A los finalistas de un torneo los recuerdan todos, incluso al perdedor. De quien nadie se acuerda es del perdedor de una semifinal, cuya gran campaña se ve reducida a un “fracaso más”, pero este no será el caso de Libertad de Paraguay versión Copa Sudamericana 2017, el equipo con los huevos más grandes del continente.
Foto: GloriosoCAI
Escribe: Víctor López (@CasiGolPeruano - Twitter)
Sería lo más lógico iniciar la crónica de un partido echándole flores al reciente finalista, este no será el caso. Empecemos por cómo se paró Libertad en el minuto cero. Previo al combate, la hombría se nota en la postura, en la mirada, en la forma de respirar. Libertad se distribuyó en forma de un 5-3-1-1. Lo que en otro equipo se trataría de un embudo para contragolpear con timidez, en los paraguayos constituía la punta de una lanza del que se sabe inferior pero que irá al frente de todos modos. Independiente de Avellaneda por su parte, salió a la cancha con todos sus titulares luego del descanso del fin de semana donde los suplentes enfrentaron a Racing en el clásico de la ciudad.
Se suponía que “El Rey de Copas” debía ser una aplanadora que pase por encima al aguerrido pero humilde equipo paraguayo, y así fue en el inicio, y si bien el resultado final fue el previsible, ningún diablo rojo olvidará el sufrimiento que le hicieron vivir en el segundo tiempo, cuando los paraguayos les hicieron cuestionarse si el infierno era realmente su hogar.
El primer tiempo comenzó con un Independiente volcado en ataque y con un público eufórico, un ambiente como para devorarse a cualquier visitante. El ataque incesante del rojo obtuvo su primera recompensa, un penal a favor que Ezequiel Barco supo aprovechar. 1 a 1 y la serie empatada parcialmente. Cuando se reanudaron las acciones, Independiente quiso rematar a Libertad y siguió haciéndolo trizas por las bandas, producto de ello llegó el segundo gol al minuto siguiente, esta vez a través de Emmanuel Gigliotti luego de un centro de Maximiliano Meza. Con el 2 a 0 parcial la llave parecía definida y el público se desató a festejar la clasificación por adelantado.
El triunfalismo local tanto en la cancha como en la tribuna no les permitió ver que los paraguayos se levantaron del piso y aprovecharon una pelota parada y dos cabezazos en el área para marcar el descuento a través del defensor Luis Cardozo. Un 2 a 1 parcial que dejaba al anfitrión momentáneamente eliminado. Entonces se definió el verdadero libreto del partido: el grande ofendido contra el agrandado insolente. A los 30’ otro sopapo de Independiente volvió a golpear a Libertad. Gigliotti nuevamente se hizo presente en el marcador para el 3 a 1 tras un centro de Gastón Silva. El equipo paraguayo, a pesar del aguante, la pasó muy mal en defensa durante esa primera mitad pero eso no lo acobardaría para el segundo tiempo. Mientras que Independiente se fue al descanso con el pecho inflado sin imaginar que para los segundos cuarenta y cinco minutos viviría su mayor sufrimiento en su camino a la final del torneo.
El desarrollo de la segunda parte del encuentro resultó una sorpresa para todos, Libertad pasó del 5-3-1-1 al 4-4-2 con los laterales y mediocampistas ofensivos tirados al ataque, con todo el equipo adelantado presionando bien arriba en lo que parecía una estrategia suicida. Increíblemente Independiente retrocedió y no volvió a salir más. Los cuarenta y cinco minutos finales se jugaron como si fueran los descuentos. Libertad salió a matar o morir y lo que empezó con pelotazos frontales al campo contrario empezó a convertirse en posesión de la pelota, la misma que le quemaba a Independiente. Al minuto 71 despertó la hinchada local aunque más parecía que pedían la hora.
A esas alturas, el rostro de preocupación de Ariel Holan era lo más honesto que podía mostrar el anfitrión, a su equipo lo pasaban por encima y lo único que podía salvarlo era el pitazo final. Antes de eso, los paraguayos tuvieron dos oportunidades para terminar de malograr la fiesta con un tiro libre de Salcedo que pasó rozando uno de los postes y un remate pifiado de Leiva en los descuentos. La culminación del partido fue festejada de manera desproporcionada y sin vergüenza, típico del que ganó sin saber cómo y que mejor ni se lo recuerden. Independiente a la final de la Copa Sudamericana. Libertad eliminado, el “Gumarelo” cayó de pie, a veces los héroes también mueren.
Alineaciones:
Independiente (4-2-3-1): 25 Martín Campaña; 16 Fabricio Bustos, 2 Alan Franco, 5 Gastón Silva, 3 Nicolás Tagliafico; 15 Diego Rodríguez, 6 Juan Sánchez Miño; 7 Martín Benitez, 8 Maximiliano Meza, 27 Ezequiel Barco; 32 Emmanuel Gigliotti.
DT: Ariel Holan.
Libertad (5-3-1-1): 1 Rodrigo Muñoz; 2 Alan Benitez, 6 Salustiano Candia, 4 Paulo Da Silva, 21 Antolín Alcaraz, 14 Luis Cardozo; 16 Sergio Aquino, 15 Ángel Lucena, 19 Jesús Medina; 10 Jorge Recalde; 7 Santiago Salcedo.
DT: Fernando Jubero.
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