La
disputa entre los que defienden la realización del evento deportivo, contra los
que claman por ayuda y los que se aprovechan del clamor de los damnificados.
Escribe: Jonathan Caramantin / @rePiura
Los estragos que viene dejando el llamado
‘Niño Costero’, hace que muchos se remonten al año 1998, cuando varias regiones
de la costa norte peruana sufrieras los estragos de lluvias incesantes y ríos
que devoraban todo a su paso, arrasaban
con miles de hectáreas de cultivos. Carreteras interrumpidas, buses volcados
por la imprudencia y migrantes caminando en busca del llamado “transbordo”.
Hoy, el norte vuelve a ser azotado transformándose en un calco de lo que pasó
hace ya casi dos décadas, desatando el clamor de miles de damnificados y
evidenciando la inoperancia de la autoridades ante los desastres naturales.
Ante el dolor varios salieron al frente para pedir la priorización del gasto
público a cambio de la no realización de los Juegos Panamericanos, siendo la
oposición la más enfática en el pedido —algunos con bastante tinte de populismo— tildando de irresponsable la
decisión del presidente de seguir adelante con la justa deportiva.
¿Lo deportivo o
los damnificados? ¿La ‘fotito’ de la inauguración o el llanto de varias
familias? Las respuestas a estas interrogantes queda en mano del ejecutivo. La
cabeza señala que hay recursos para responder con ambos temas, pero por el
momento la improvisación reina, por ende hay un retraso en las obras y todo va
contra reloj: se cambian locaciones, las riendas las tomó ahora el Ministerio
de Transportes. Por el otro lado, recién comenzó a llegar la ayuda esencial a
las regiones afectadas, recién se dio a notar la “presencia” de los señores de
saco y corbata, es que la foto llevando las motobombas lo amerita.
Ya son más de
50 mil damnificados, 500 mil afectados, 62 personas que perdieron la vida. Las
viviendas dañadas son 12 mil en 711 distritos y varias vías de país están
interrumpidas. Estas cifras seguirán en aumento pues las lluvias continuarán
hasta la quincena de abril, según reporta el Senamhi. La discusión, que hoy
abarca a casi todos los políticos no es la distribución de tareas a ejecutarse
en las localidades que han sido afectas, sino el hacer pesar su sentir que,
repito, sale con tufillo de darle la contra al del frente. Sin embargo, no hay evento
deportivo que suprima alguna acción de ayuda.
El presidente señala que puede llevarse acabo la reconstrucción de las
ciudades afectadas por los embates de la naturaleza y que a la vez podrán
ejecutar las obras de los Juegos Panamericanos, pues bien, por ahora, no se han
cumplido a cabalidad lo dicho con el
presidente. Ya es bastante conocida la poca capacidad de llevar a cabo las
acciones de ayuda en casos de emergencia; Pisco es un claro ejemplo. El
presidente está empeñado en seguir adelante con Lima 2019, no dará marcha atrás.
Hoy como nunca antes, parece ser que la prioridad para el Estado es lo
deportivo, sin embargo, en el pasado no hay registro del éxito de algún deportista
que haya sido apoyado económicamente por el gobierno. Sólo aparecen en la foto.
Lima 2019, sí
se llegara a realizar, estará sobre
cimientos endebles que, tal vez poco o nada dejarán a la ciudad. Es más, algo
premonitorio que podría pasar: las principales vías cerradas para darle paso a
las delegaciones, feriados obligados y constantes protestas.
Lo que se debe
hacer de una vez por todas, es aprovechar esta oportunidad para hacer labores
que puedan mitigar fenómenos como éste. Piura, la ciudad más golpeada por las
lluvias, deberá ser una ciudad nueva, con estructuras que no cedan ante las
crecidas de sus ríos. Ojalá pasen los meses y no se “seque” la labor que están
haciendo las autoridades, que el otro año nuestros compatriotas no vuelvan a
pasar por lo mismo. Los congresistas que hoy ponen el grito al cielo por los
Panamericanos, se hagan presentes con ayuda propia; deberían hacer un fondo de
ayuda con parte de sus enormes sueldos. Nuestros hermanos no están para
discusiones políticas.
Las opiniones de nuestros redactores no representan necesariamente la linea editorial de nuestro medio.
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