Fuente: Perú.com
Autor: Gustavo Adrianzén Romo
El partido a disputarse el 28 de marzo del 2017 contra Uruguay es tal vez el más importante que tendrá nuestra selección en esta eliminatoria, con miras a seguir en carrera para Rusia 2018. Casualmente, el rival y la situación no es ajena: lo mismo había pasado en el 2013 contra Uruguay en Lima, y estábamos también jugándonos nuestras últimas fichas para llegar a Brasil 2014. Con esa experiencia ganada, hay cosas que se tienen que evitar, si queremos salir airosos.
Primero: conocer y no menospreciar al rival. Luego de las victorias contra Chile y Ecuador en la eliminatoria pasada, la gente estaba confiada en que Perú se llevaría el triunfo ante Uruguay "si siguen jugando como hasta ahora". El cuadro peruano no mostró su mejor cara, y dispuso lo mismo, olvidando que Uruguay es una selección con un estilo de juego muy particular, y se tuvo que entender eso, para anticiparse qué clase de partido iba a ser (friccionado, faltas sin cobrar; en traducción: te provocan y cuando caes, te anotan).
Segundo: no fijarse en el arbitro. El peruano es conocido por culpar a los demás por sus errores, y en ese partido hizo lo mismo. Culpó su mal juego y terrible estrategia a Patricio Loustau, que, si bien hizo un pésimo partido, nos hizo sentirnos en contra, y la afición dejó de alentar para enfocarse en el juez, provocando lo mismo en los jugadores, distrayéndolos. Justamente todo ese ambiente fue lo que causó la expulsión de Yotún quien se dejó llevar por todo el ambiente. Esta bien molestarse, pero hay que entender que el arbitraje nunca será perfecto.
fuente: Perú.com
Tercero: no calentarse. Tal vez fue por lo que se jugaba, o porque nos sentíamos invencibles, pero ese Uruguay que nos ganó 1-2 no fue diferente al Uruguay de los partidos anteriores. Jugó a lo mismo: salió a jugar rudo, a jugar sucio, a buscar la falta y confiar en la habilidad de sus atacantes. Primero logró calentar a la hinchada, luego al rival, que se quedó con uno menos, y luego mató con dos goles. Si no entendemos eso en las gradas, entonces no vayamos a arruinar no solo ese partido, sino los siguientes con la suspensión del partido gracias a un hincha que invadió la cancha.
Cuarto: saber que no es el fin del mundo. Este partido es muy importante, sí, pero sepamos que inicialmente la idea era formar un equipo competitivo y joven que vaya aprendiendo y pueda estar listo para Qatar 2022. Sé que es un discurso repetido hasta el cansancio, pero es la verdad. Tenemos que entender que este es el único verdadero proceso que se ha hecho desde España 82', y puede que funcione. Solo queda confiar en lo que Gareca ha hecho con Cueva, Tapia y Trauco, y respetar su trabajo. Si no se gana ante Uruguay, hay que seguir alentando y que ellos sigan jugando.
No puedo decir nada de la parte estratégica pues eso le corresponde al técnico. Hay que dejar de creernos técnicos y dejar de darle cabida a periodistas que creen serlo y dicen de todo en los medios, pero a la hora de la hora no saben nada y cuando se atreven a lanzar una apuesta estratégica, terminan quedando en ridículo. Nuestro trabajo, o nuestra elección solo se reduce a alentar y siempre apoyar a los jóvenes valores que sigan saliendo, porque a fin de cuentas, y resumiendo las injusticias, los procesos, las emociones, las frustraciones y las alegrías: "Así es el fútbol".


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