El Rompecabezas 2016/2017 Boca Juniors: Callando Bocas

Tras una serie de temporadas irregulares, disputas extradeportivas, y salidas importantes como la venta de Carlos Tévez; el cuadro xeneize finalmente logró el campeonato del Torneo Argentino 2017, clasificando así a la Copa Libertadores.

Fuente: La Nación (Argentina)

Escribe: Gustavo Adrianzén

Tras una terrible temporada bajo la dirección técnica de Rodolfo Arruabarrena, quedando 10mo en el Campeonato Argentino y eliminado en semifinales de la Copa Libertadores por Independiente del Valle, la directiva de Boca optó por poner en la dirección técnica a alguien de la casa, Guillermo Barros Schelotto, buscando que el equipo vuelva a su esencia y logre campeonatos.

El Armador: Guillermo Barros Schelotto

El 'mellizo' tuvo mucho que hacer en Boca para cambiarle la cara y replantear la estrategia para el Campeonato Argentino. Lo primero que hizo fue vender a los jugadores de bajo rendimiento, siendo ellos Agustín Orión, el 'Cata' Díaz, Meli, Colazo, Chávez, entre otros. Luego, vender jugadores en procura de tener más presupuesto, como son el caso de Nicolás Lodeiro, Sebastián Palacio y Guillermo Fernández. 

En respuesta, se ficharon jugadores casi para llenar los espacios vacíos. Destaca las llegadas de Darío Benedetto, Sebastián Pérez, Agustín Rossi, Zuqui y de Ricardo Centurión. En el verano, sin embargo, se sufrió la venta de Tévez por 11 millones de euros, lo que complicó el planteamiento. Pero mucha preparación, y cambio de estrategia a mitad de temporada, le ayudaron al 'mellizo' a formar ese Boca ganador y campeón.

Las Piezas:

La propuesta de Barros Schelotto siempre fue la misma: un 4-3-3 ofensivo. En la defensa, fue Agustín Rossi quien poco a poco se hizo dueño del arco xeneize, logrando muy buenas actuaciones. En defensa, tras una mala temporada de Peruzzi, Leonardo Jara estuvo de lateral derecho. De la misma manera, la defensa cambió tras el 1-3 vs. River, pasando a estar conformada por Tobio y Magallán de centrales, y Jonathan Silva por izquierda. La propuesta defensiva fue mantener a los laterales apoyando a los centrales, sin muchas salidas en ataque, manteniendo la valla en cero.

En la volante, Wilmar Barrios fue el volante defensivo, encargado de la marca y recuperación del balón, dejando la labor ofensiva y creativa a Pablo Pérez y Fernando Gago, volantes mixtos que generaban juego, abrían el balón a los extremos y ocasionalmente incursionaban al ataque, buscando remates de larga distancia. Entre otros volantes estuvieron Rodrigo Bentancur, de bajo rendimiento, y Sebastián Pérez.

En el ataque, poco a poco se fue solidificando el tridente Centurión-Benedetto-Pavón. La propuesta ofensiva fue simple: tener a dos jóvenes extremos tirados por las bandas como Centurión y Pavón. Además, se contaba con gran velocidad para las contras, sumado a su gran técnica individual y desequilibrio para encontrar espacios al medio, cortar hacia adentro y apoyar en ataque a Benedetto. Es más, dentro de ese tridente, se formó la sociedad Benedetto-Pavón. Con ella, Benedetto se volvió el goleador de Boca con 23 goles; mientras que Pavón tuvo una excelente temporada, con 14 goles (segundo goleador) y 10 asistencias (máximo asistidor).

Fuente: Los Andes

El Resultado: Rearmado exitoso

No hay dudas que el proceso de reestructuración futbolística de Guillermo Barros Schelotto dio éxito. Sin embargo, Boca logró ser campeón tras una temporada donde ese fue su único objetivo, teniendo a sus jugadores principales descansados y mentalizados en un solo campeonato. Muchos de sus rivales directos al título (River Plate) sucumbieron por la excesiva cantidad de partidos por disputar, sumado al hecho que sus jugadores no llegaban al 100%, y estaban más propensos a lesiones. La meta de Guillermo ahora será armar un plantel B que pueda apoyar a los titulares que disputen ya sea la Copa Argentina como la Copa Libertadores en 2018, con ello se podrá ver realmente el renacimiento de Boca como no solamente un grande argentino, sino como un grande a nivel mundial.